1 1/2 cucharadita (7.5 ml) de tomillo fresco picado
2 cucharadas (30 ml) de jugo de limón
1/2 taza (125 ml) de vino blanco o caldo de pollo
1 cucharada (15 ml) de perejil fresco picado
Champiñones ostra
Rinde 4 porciones
1 huevo
1 taza (250 ml) de agua fría
2/3 de taza (160 ml) de harina pastelera o harina para todo propósito
1/3 de taza (80 ml) de almidón de maíz
1 cucharadita (5 ml) de polvo para hornear
Sal, al gusto
1 lb (450 g) de champiñones ostra
Aceite para freír
Champiñones portobello
Rinde 3 porciones
3 champiñones portobello
1/4 de taza (60 ml) de aceite de canola o de oliva
3 cucharadas (45 ml) de cebolla picada
4 dientes de ajo, picados
4 cucharadas (60 ml) de vinagre balsámico
Champiñones Shiitake
Rinde 4 porciones
1 lb (450 g) de champiñones shiitake
1 cucharada (15 ml) de mantequilla, aceite de oliva o aceite de canola
1 cebolla pequeña, picada
Sal y pimienta, al gusto
1
Champiñones chantarela
1
Precalienta el horno a 350 grados Fahrenheit (180 grados Celsius). Mientras tanto, prepara una cacerola de vidrio cubriendo la parte inferior y los lados con spray antiadherente de cocina.
En última instancia, también podrías usar una bandeja de metal para
hornear en lugar de una cacerola de vidrio. Pero es menos probable que
el vidrio contamine el delicado sabor de los champiñones porosos.
2
Prepara los champiñones chantarela. Debes limpiar y cortar los champiñones antes de cocinarlos.
Al principio puede ser intimidante limpiar los champiñones
chantarela, pero cuando sepas que hacer, no te será tan difícil
limpiarlos. Usa un cepillo de dientes suave o un cepillo de nylon para
champiñones para quitar cualquier suciedad o escombro de la superficie
suave de cada champiñón. Luego, restriega las branquias de cada
champiñón mientras lo pones debajo de un chorro de agua.
No remojes los champiñones.
Para este método de preparación, debes usar un cuchillo de cocina
afilado para cortar cada champiñón chantarela a la mitad o en cuatro.
Estos champiñones son carnosos y se disfrutan mejor en pedazos grandes.
3
Ordena los champiñones y la cebolla en el plato preparado. Esparce los champiñones en tu cacerola preparada y esparce la cebolla picada sobre los champiñones en una capa uniforme.
Las capas de champiñones y la cebolla deben ser uniformes para asegurarte de conseguir un cocimiento parejo.
La cebolla es un buen acompañamiento para los champiñones
chantarela. Este vegetal tiene un sabor lo suficientemente potente para
sazonar los champiñones, pero no superará el sabor de los champiñones
como lo podrían hacer otros vegetales.
4
Hornea por 20 minutos en el horno precalentado. Cubre
el plato con papel aluminio y deja que los champiñones y la cebolla se
cocinen hasta que las cebollas se empiecen a poner traslúcidas y los
champiñones se empiecen a sentir tiernos al pincharlos con un tenedor.
5
Agrega el caldo y la crema. Saca el plato del horno y
descúbrelo. Vierte el caldo de pollo y la crema espesa en el plato y
agita para mezclar el contenido del mismo.
Los ingredientes no tienen que estar completamente mezclados, pero
los champiñones deben estar completamente cubiertos de caldo y crema.
6
Hornea por 15 minutos más. Deja el plato descubierto y sigue horneando hasta que los champiñones y las cebollas estén suaves.
Toma en cuenta que no debes dejar que la crema hierva. Si se empiezan a formar burbujas en los bordes, saca el plato del horno.
7
Agrega la sal, la pimienta y el perejil antes de servirlos. Agrega estos condimentos al gusto antes de servir los champiñones como acompañamiento.
2
Champiñones botón
1
Calienta el aceite en un sartén grande. Agrega el aceite a tu sartén y caliéntalo a una temperatura medio alta o alta.
El aceite no debe empezar a soltar humo, pero si se salpican algunas
gotas de agua en el sartén, deberían chisporrotear inmediatamente y
evaporarse a vapor al tener contacto.
2
Prepara los champiñones. Debes limpiar y cortar los champiñones botón suavemente antes de cocinarlos.
Limpia cada champiñón con una toalla de papel mojada o un trapo limpio y húmedo. Enfócate en la superficie de cada uno.
Si deseas, puedes dejar los champiñones botón completos o cortarlos a
la mitad, en cuatro o en rodajas usando un cuchillo de cocina afilado.
3
Agrega los champiñones al sartén. Deja que los
champiñones reposen y se cocinen en el aceite caliente por
aproximadamente 2 minutos o hasta que veas que las partes inferiores de
los champiñones se empiezan a caramelizar.
No sacudas los champiñones antes de alcanzar esta etapa del proceso
de cocimiento. Si lo haces, empezarán a soltar vapor, que es un indicio
de que empiezan a liberar y perder líquido.
4
Sacude y cocina los champiñones por 5 minutos.
Después de que la parte inferior se caramelice, deberás usar una
espátula resistente al calor par agitarlos y voltearlos continuamente
hasta que se empiecen a poner de color café por todos sus lados.
5
Agrega la mantequilla y cocínalos por otros 5 minutos.
Agrega la mantequilla al sartén y mézclala con los champiñones hasta
que creas que los champiñones estén cubiertos. Sigue cocinándolos,
agitándolos continuamente.
Al finalizar, los champiñones deberán estar uniformemente de color café por todos sus lados.
6
Condimenta los champiñones. Agrega sal al gusto y el ajo picado. Sigue cocinándolos por 2 minutos más para infundirles el sabor.
Mientras se cocinan, agítalos frecuentemente.
7
Agrega el tomillo, el jugo de limón y el vino blanco.
Agita los ingredientes con los champiñones, cubriéndolos completamente.
Cocínalos por algunos minutos más o hasta que el liquido esté casi
completamente evaporado.
Toma en cuenta que si es necesario puedes sustituir el caldo de
pollo con vino blanco. El vino desglasará mejor el sartén e impartirá un
mejor sabor, pero el caldo es una alternativa aceptable.
8
Agrega el perejil y sírvelos. Quita de calor los champiñones cocidos y agrégales el perejil picado. Sirve los champiñones inmediatamente como acompañamiento.
3
Champiñones ostra
1
Calienta el aceite en una olla grande y pesada.
Agrega suficiente aceite para llenar la olla a la mitad. Calienta el
aceite a temperatura alta hasta que alcance una temperatura de 375
grados Fahrenheit (190 grados Celsius).
Controla la temperatura del aceite usando un termómetro para azúcar.
También puedes cocinar los champiñones en una freidora o una olla de hierro.
2
Prepara los champiñones. Debes cortarlos antes de limpiarlos y secarlos.
Usa un cuchillo afilado para cortar los tallos. La parte inferior de
los tallos pueden tener escombros de paja o madera, y los tallos, son
muy duros para comértelos y tienes que descartarlos.
Para este método de cocimiento debes cortar los sombreros del champiñón en pequeñas piezas.
Limpia las branquias de cada sombrero colocándolos rápidamente
debajo de un chorro de agua. Los escombros e insectos frecuentemente se
esconden en estos espacios. Usa la menor cantidad de agua posible porque
estos champiñones generalmente son muy húmedos.
Presiona suavemente cada champiñón ostra en medio de toallas de papel limpias para secarlos.
3
Bate el huevo en un recipiente para mezclar de tamaño mediano o grande. Bate suavemente el huevo usando un tenedor hasta que la yema y la clara estén mezcladas.
4
Agrega los ingredientes restantes para batir. Agita
dentro del huevo batido el agua fría, la harina, el almidón de maíz el
polvo para hornear y la sal. Sigue mezclándolos usando una batidora
hasta que se forme una mezcla fina.
Puedes usar harina para pastelería o harina para todo propósito para
batir. La harina de pastelería es menos densa y creará una mezcla más
liviana.
5
Cubre los champiñones. Sumerge las piezas de
champiñones dentro de la mezcla por un poco de tiempo, dándoles vueltas
con un tenedor para cubrirlos completamente.
Cuando saques cada champiñón de la mezcla, debes sostener cada pieza
sobre el recipiente por algunos segundos para permitir que el exceso
escurra.
6
Fríe los champiñones. Coloca los champiñones ostra
dentro del aceite caliente en porciones pequeñas y cocínalos por varios
minutos o hasta que se pongan de color café-dorado.
Controla la temperatura del aceite mientras fríes los champiñones.
La temperatura cambiará mientras agregas y sacas los champiñones. Ajusta
la temperatura según lo necesites para compensar los cambios.
7
Escúrrelos y sírvelos. Saca los champiñones del
aceite caliente usando una cuchara con agujeros y déjalos escurrir sobre
varias capas de toallas limpias de papel. Sírvelos inmediatamente.
4
Champiñones portobello
1
Prepara los champiñones. Debes limpiar los champiñones Portobello y cortarlos antes de cocinarlos.
Limpia los champiñones con una toalla de papel húmeda y limpia o con un trapo de cocina.
Usa un cuchillo de cocina afilado para cortar los tallos. Los tallos
son bastante leñosos y fibrosos, por lo que es mejor desecharlos. Por
otro lado, puedes guardarlos para después usarlos en un caldo.
Raspa las branquias negras. Estas son comestibles, pero la
apariencia deja mucho que desear, por lo que usualmente son eliminadas.
Abre las branquias con la punta de una cuchara de metal. No uses el lado
de la cuchara. Deberías poder extraer las branquias en pequeños
pedazos, sin dejar rastros en el sombrero.
2
Marca el sombrero. Usa un cuchillo pequeño para cortar una “x” suavemente en la parte superior de cada sombrero.
Marcar los sombreros te permitirá que el sombrero deje escapar el
vapor más fácilmente. Como resultado, los champiñones se cocinarán más
rápido y uniformemente, y no perderán su forma ni se encogerán mucho.
3
Mezcla tu marinada. En un recipiente pequeño, mezcla el aceite, la cebolla, el ajo y el vinagre hasta que estén completamente combinados.
4
Marina los champiñones Portobello. Coloca los
sombreros en un plato con lados altos y vierte la marinada sobre ellos.
Deja que reposen en el refrigerador por 30 a 60 minutos.
Los champiñones Portobello son unos de los pocos champiñones que
tardan en marinarse, pero debes evitar marinarlos por más de 1 hora.
Coloca los sombreros con la parte superior hacia abajo al ordenarlos en tu plato.
5
Precalienta la parrilla a temperatura alta. Unta con
aceite las rejas de la parrilla para evitar que los champiñones se
peguen y precalienta tu parrilla a una temperatura medio alta o alta.
Si usas una parrilla de gas, precalienta la mayoría de los
quemadores a una temperatura medio alta o alta. Dale unos minutos a la
parrilla para que se caliente.
Si usas una parrilla de carbón, apila una pila espesa de carbón en
el centro de la misma, agrega tu líquido para encender y enciéndela.
Deja que el fuego se extinga un poco y no coloques tus champiñones hasta
que se empiecen a formar cenizas blancas en la parte superior del
carbón.
6
Asa los champiñones por 10 minutos. Ordena los
sombreros de los portobellos con la parte superior hacia abajo en la
parrilla. Cocínalos por 10 minutos sin darles vuelta o hasta que los
sombreros estén de color café, tiernos y un poco encogidos.
7
Sírvelos inmediatamente. Retira los champiñones Portobello de la parrilla y sírvelos como un alimento vegetariano ligero.
5
Champiñones Shiitake
1
Calienta el aceite o la mantequilla en un sartén grande.
Agrega 1 cucharada (15 ml) de mantequilla o aceite de cocina, como el
aceite de oliva o el de canola, a un sartén grande y caliéntalo a
temperatura media.
2
Prepara los champiñones. Debes limpiar y cortar los champiñones shiitake antes de cocinarlos con este método.
Para limpiar los champiñones, puedes lavarlos bajo un chorro de agua
o puedes limpiar los sombreros con una toalla de papel húmeda. No los
remojes.
Usa un cuchillo afilado para recortar los tallos en el punto en el
que están unidos al sombrero. Los tallos son duros para comer, por lo
que puedes descartarlos o usarlos después para agregarle sabor a un
caldo.
Usa tu cuchillo para cortar los sombreros de los champiñones shiitake en piezas pequeñas.
3
Añade los champiñones shiitake al aceite caliente.
Coloca los sombreros de los champiñones shiitake dentro del sartén con
el aceite caliente. Usa una espátula resistente al calor para separarlos
de una manera en que cada sombrero toque el fondo del sartén.
4
Cocínalos por 10 minutos. Saltea los champiñones a
temperatura medio alta, agitándolos frecuentemente con tu espátula hasta
que se pongan de un color café uniforme.
5
Condiméntalos y sírvelos. Saca los champiñones
cocinados del calor y condiméntalos con sal y pimienta al gusto.
Revuélvelos para cubrirlos antes de servir.
Advertencias
Si no sabes cómo elegir champiñones silvestres de forma segura,
debes comprar tus champiñones en una tienda en lugar de intentar
recolectarlos en la naturaleza. Muchos champiñones silvestres son
venenosos y algunos son fatalmente tóxicos. Recolectar champiñones
silvestres para consumir puede ser peligroso.
Siempre en todo caso es mejor preguntarle a una persona experta que conozca cabalmente todas las especies de setas.
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